Tras más de veinte años de experiencia dedicados al apoyo escolar el centro de estudios Susana Palacios decidió cambiar de nombre y de gerencia. En aquel año tomamos una decisión muy importante en nuestra vida laboral y nos embarcamos en un nuevo proyecto con el que asumíamos nuevos retos y responsabilidades. Nos respaldaba ante todo la ilusión por ofrecer a nuestros antiguos alumnos y por supuesto a los nuevos, un centro capaz de aglutinar muchas disciplinas hoy en día necesarias y punteras. Tuvimos la oportunidad de integrar en nuestro centro un método que contaba con más de treinta años de experiencia en el aprendizaje presencial, individual, cómodo y de enseñanza garantizada en el aprendizaje de la mecanografía. Corrían como hoy tiempos críticos, pero gracias al empuje y capacidad de esfuerzo y trabajo de su nuevo gerente Julio Royo, fuimos capaces de ofrecer a los riojanos y muchos no riojanos, la oportunidad de ahorrar tiempo y realizar trabajos de una manera eficiente está claro que no es lo mismo escribir con todos los dedos y con la vista puesta en la pantalla que escribir con dos y con los ojos puestos en el teclado. Muchos son las cursos on line que se ofrecen hoy en día en internet y que aseguran un excelente aprendizaje de esta disciplina pero pocos los que ofrecen un aprendizaje garantizado y un título con el que grandes profesionales que han pasado por nuestras aulas han podido presentar en sus diversas oposiciones y currículos.
Mecarrapid tiene una gran historia, todavía conservamos las fichas de los primeros alumnos que pisaron las aulas de la oficina de Gran Vía y mantenemos conversaciones con aquellos que nos visitan trayendo a sus hijos e incluso nietos. Recuerdan con nostalgia el ruido de la teclas en las máquinas de aquella época y los horarios semanales a los que debían acoplarse si querían en cuarenta sesiones, ser capaces de disfrutar del sonido al pulsar las teclas de las olivettis por poner un ejemplo. Su dueño aquí en Logroño, Joaquín, no dudó en ningún momento en informatizar el método para que este resultara más cómodo y efectivo, de manera que cada alumno pudiera contar con una práctica individualizada que le proporcionara más eficacia y comodidad.
Una vez incorporado a nuestra oficina en Avenida de Portugal, sus clientes siguieron viniendo y se alegraron de que un método tan eficiente y seguro pudiera ser utilizado por ellos.
Han pasado como hemos dicho, nueve años y las aulas siguen sonando al ritmo de las teclas, los alumnos conviven en nuestro centro a pesar de sus diferencias de edad y la pandemia no ha restado ilusión entre las familias para que hijos y padres nos visiten día a día.
Cuando comienzan a dominar el teclado, se dan cuenta de cómo se puede sacar partido al mundo digital que nos rodea.
